No te conozco Alberto, pero tu padre me salvó la vida en el antiguo Hospital de Niños de Mar del Plata hace nada menos que setenta (70) años. En realidad era el líder de un grupo integrado por otros médicos pediatras, algunos de los cuales, me informó mi madre ya fallecida, eran : Osiris MOYA, Manuel ABAD, el cardiólogo Roberto GALICER y Mariano PALÁ. Me llamo Daniel Oscar DALPONTE y soy de Miramar. Tu papá siguió atendiéndonos durante varios años más, ya grandecitos, y hay una anécdota que mamá siempre repetía de cuando empecé a mejorar durante mi internación en 1949 : "Señora - le comentó tu padre - éste chico llegará a ser abuelo". Palabras proféticas, porque realmente reaccioné bien y después de mucha zozobra, me dieron el alta. Me suministraron más de 600 inyecciones y estuve quince (15) días en carpa de oxígeno, pero zafé. Ésta nota no es más que un agradecimiento a tu papá y a través de él a toda la familia Martijena. Abrazo grande.
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No te conozco Alberto, pero tu padre me salvó la vida en el antiguo Hospital de Niños de Mar del Plata hace nada menos que setenta (70) años. En realidad era el líder de un grupo integrado por otros médicos pediatras, algunos de los cuales, me informó mi madre ya fallecida, eran : Osiris MOYA, Manuel ABAD, el cardiólogo Roberto GALICER y Mariano PALÁ. Me llamo Daniel Oscar DALPONTE y soy de Miramar. Tu papá siguió atendiéndonos durante varios años más, ya grandecitos, y hay una anécdota que mamá siempre repetía de cuando empecé a mejorar durante mi internación en 1949 : "Señora - le comentó tu padre - éste chico llegará a ser abuelo". Palabras proféticas, porque realmente reaccioné bien y después de mucha zozobra, me dieron el alta. Me suministraron más de 600 inyecciones y estuve quince (15) días en carpa de oxígeno, pero zafé. Ésta nota no es más que un agradecimiento a tu papá y a través de él a toda la familia Martijena. Abrazo grande.
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